viernes, 10 de mayo de 2019

Capitulo IX EL PLAN


  
 Después de cenar todos en una gran mesa, hecha en madera, de forma octagonal, les muestran donde asearse y poder dormir. Una sala con cinco camas, junto a otra, con servicios y duchas.

 Robert comenta a Diego. -Que forma mas curiosa tenia la mesa donde hemos cenado?, -a pesar de la diversidad de la comunidad, he observado que las familia ocupaban una parte de la mesa según su origen. Diego contesta, - Tu lo has dicho.

 -Cada familia, realizamos muchos trabajos durante el día, por lo que la comida y la cena la hacemos juntos. -Pero a todas las familias les gusta estar juntos, por eso cada lado de la mesa es para una de ellas.

 -Después cada uno en su casa, y Dios en la de todos. -Que a todos nos gusta tener nuestros momentos de intimidad. Robert le dice a Diego, -me sorprende que después de lo ocurrido sigas creyendo en Dios.

-Cuando se acaba toda esperanza, después de todo lo que han superado nuestros mayores, -pienso que si hemos podido sobrevivir de una manera más o menos digna, tenemos que dar gracias al cielo, aunque ahora no esté en su mejor momento.

 -Quizás algún día el cielo de Madrid vuelva a ser lo que fue. -Sabemos todo lo que hemos perdido, continua, -pero también hemos aprendido mucho.

 -Las desgracias sin duda te hace crecer, y somos pocos, muy pocos, pero seguro que en un futuro seremos muchos más.  

 Robert comenta con ironía, como en Parque Jurásico, la vida se abre camino. -Exactamente, dice Diego. -No me digas que habéis visto la película, pregunta Robert con sorpresa. -Claro a esa pantalla grande que habéis visto le damos otros usos, entre ellos ver cine. Y se despide. 

 Buenas noches amigos, que descanséis. -Buenas noches Diego.

A la mañana siguiente, Robert era el primero en despertar, y pudo observar una vez más la hospitalidad de la comunidad.

 Les tenían preparado el desayuno, con una nota que decía. “Buenos días. Espero que hayáis descansado como en casa. Os esperamos en la sala del fuego”.

Cuando llegan al salón, les están esperando los mas mayores de cada familia. Les invitan a sentarse junto al fuego.

 Diego les dice, -Hemos hablado y creemos que sería mejor que os quedarais aquí, ahí afuera no hay nada. -Ya lo habéis visto.

 Os mostraremos todo y veréis que no estamos tan mal, insiste.

 -Hace mucho que no tenemos problemas con los Templarios, -no saben que estamos aquí, -y este sitio es seguro, añade.

-Nosotros tenemos que intentar contactar con los Maestros de nuestra estación. Estarán buscándonos. Dicen Jan y Paul. -Nos tienen que explicar todo esto. Robert les dice.
 -Yo creo que si os están buscando no será para daros ninguna explicación. Os han mentido en muchas cosas, -no sabemos cuantas más os han estado ocultando.

 -La sala donde me encontrasteis, por ejemplo. Estoy seguro que ellos saben que está ahí. -Tengo que averiguar como llegué hasta ese sitio, -y porque. Además en esa sala hay muchas personas.

 Rebeca dice, -no vayas, -no sabes los peligros que te puedes encontrar. Paula les cuenta, esa sala esta relacionada con los Templarios. No te puedes acercar.

-Nosotros ya lo intentamos. Sus paredes son inexpugnables. Cuando te acercas a menos de un metro una fuerza extraña te repele y te lanza hacia atrás. Ese lugar está algo más que blindado.

 Robert le dice, -si nosotros hemos podido salir también se podrá entrar de alguna manera. Quizás la incidencia fue causa de alguna avería en sus sistemas. -Yo tengo que intentarlo.

 Paula entonces dice, -Se me ocurre que podéis intentarlo los cuatro viajeros, porque no creo que Robert fuera bien recibido.

 Robert dice -Puedo ir. Paul se quedará con vosotros, -es idéntico a mí, -me puedo hacer pasar por él.

 Paul le replica, ¿Y quedarme aquí?, además hacerte pasar por mi es imposible.

 .Ya claro. -Que se darán cuenta de que soy el hombre de cromagnon, responde Robert irónico. -Solo tengo que actuar, no será difícil. Rebeca dice, -podemos intentarlo, -yo te puedo enseñar cual es nuestro comportamiento en la estación. Robert respondo.  -No será difícil, me pasé la vida metido en un gimnasio.

 Una mujer de la familia oriental le dice, .podéis utilizar ropas de las que había en los grandes almacenes donde estuvisteis.

 Aquí tenemos de sobra. Robert con una sonrisa le dice. -perfecto vamos a vestir a la moda a estos chicos.

 Jan, Alba, Rebeca y Robert parecían un cartel de publicidad de moda. Les habían preparado unas mochilas con lo necesario para salir de expedición.

-Si lográis pasar ya no tendremos comunicación con vosotros. Rumbo os seguirá hasta que logréis entrar, espero que podáis hacerlo sin correr riesgo.

 Se marchan, Rumbo les muestra una salida con fácil acceso.

 Mientras en la comunidad. -Tenemos que ir a la sala de enfermos, le dicen Diego y Paula a Paul. ¿Enfermos?, ¿que enfermos?. Paula responde -tenemos algunos males en nuestra comunidad.

 Le llevan a una sala, como un pequeño hospital de campaña. Había varias camas con varias personas, entre ellas algunos niños.

 Paul ve las caras de los enfermos, se le rompe el alma. -Nunca antes había visto sufrir así a nadie. Y entonces dijo.

 Recordáis los trajes con los que llegamos los cuatro. Traerlos aquí, veréis de lo que son capaces.



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Capitulo XXI LOS REFUERZOS

 Robert y Rebeca regresan a la sala donde se encuentra el fichero, -¿has visto algo?, pregunta Rebeca, -no, responde. Entonces Rebeca...