Más tarde. Los dos abrazados en la cama. Rebeca pregunta.-¿Quieres hablar de ellas?. Robert guarda silencio. Los dos duermen.
Pasado un rato. Robert abre los ojos. Rebeca esta sentada frente al escritorio. Esta encendida la pantalla. -¿Que haces?. pregunta Robert. -Siéntate. Le muestra un video, donde se da la bienvenida a los huéspedes.
Una bonita voz dice; -Esperamos que su estancia en La linea 6, sea de su agrado.
-Todo lo que usted necesita está a en esta Sala.
En una de las opciones aparece la palabra donantes. A Robert se le ve fruncir el ceño, y pulsa. Le dice la voz. -Para continuar Introduzca su dispositivo personal.
-Esto creo que es lo que parece, dice Robert con gesto serio. -¿A que te refieres?, pregunta Rebeca. -Esto es un lugar para gente muy poderosa. -Los responsables de todo.
Robert preocupado les dice. -Tenemos que recoger todo y salir. -Que nadie note que hemos estado aquí,
Todos se ponen a limpiar cualquier señal.
Una vez recogido todo. Robert dice a Rebeca. -Háblame de este plano. Refiriéndose al que había en la esfera. -Es curioso, dice Rebeca. -No conozco estas estaciones. -Y nosotros hemos viajado mucho.
El plano mostraba el trayecto circular que realizaba la Linea 6. con paradas en muchas partes del mundo. En todos los continentes había al menos una Estación.
Un ruido se escucha. Parece hacerse mas fuerte. Rebeca dice creo que se acerca una algo. El sonido recordaba a la maniobra de parada de una de sus naves. Efectivamente, la nave se detiene.
Robert dice. -Deprisa, -vamos todos al cuarto.
Se esconden en el cuarto de las toallas. Mantienen la puerta un poco entre abierta.
Otro sonido. Viene de una de las paredes de la sala. Una campanilla suena, como cuando un ascensor llega a su planta. La pared se eleva, y salen tres personas.
Robert pregunta en voz muy baja. -¿Son vuestros Maestros?. Rebeca muy sorprendida dice, uno de ellos si lo es, los otros dos son desconocidos.
El Maestro lleva una túnica como si de un cesar de Roma se tratara. Los otros dos. Parecían Templarios,
Sus trajes estaban confeccionados con unas ropas plateadas, de un material parecido al de los motoristas. Aunque su diseño recordaba a la época medieval. El mayor parecía Alfonso I el Batallador, con el pelo blanco.
El Maestro hace de anfitrión. -Por aquí Alteza. Dirigiéndose a uno de los caballeros. Se sientan en el sofá.
-No entiendo como ha podido ocurrir algo así, dice el Maestro. -El sistema jamas había sufrido ninguna incidencia. Continua diciendo.
El caballero. -Pues no tienen que estar muy lejos. -No están preparados para sobrevivir fuera de su Estación.
-Hemos perdido un donante. -Esto no puede volver a ocurrir. -Esa capsula no reventó sola. -La mujer que perdimos era la única que nos servia para continuar con la evolución de mi hija.
-Pero Alteza. -Tenemos cientos de donantes compatibles.
-No quiero correr riesgos tratándose de mi hija. Le replica El Caballero.
-Tenéis que encontrar a los cuatro probetas. -Alba tenia características idénticas a la mujer que perdimos. -Tenéis que traerla aquí cuanto antes. -Mi hija no puede esperar más tiempo.
-Es imposible que estén en el estertor Alteza.-No hubieran sobrevivido. -Nadie sobrevive afuera. -Los hemos estado buscando durante dos días. -Lo único que hemos visto ahí a sido un perro.
-¿Un perro?, -¿supongo que lo habréis matado?. -No Alteza, -son escurridizos.
-Ese tipo de bichos son los únicos que siguen por el exterior del hemisferio norte.
Robert mira a sus compañeros, con el dedo en los labios, hace el gesto de silencio.
-Estoy muy asustada, dice Alba en voz baja. -Tenemos salir de aquí. Robert le dice. -No. -Tenemos que seguir escuchando.
-Pedro, -trae algo de comer. Le ordena el caballero al Maestro. -Si Alteza.
-Mientras puede ver los donantes compatibles. -Tenemos algunos realmente brillantes. -Una prestigiosa científica de 2140. -Diseño muchos de los materiales que utilizamos ahora.-Se la conoce como la persona que termino con el plástico del planeta.
-Echaré un vistazo.-Pero espero que me traigáis a la joven Alba. -Si no lo pagarás con tu vida y la de los tuyos.
El caballero enciende la esfera de la mesa.
Aparece la imagen de la azafata. -Buenos días. -Bienvenido a la Linea 6. Para continuar introduzca su dispositivo personal.
El caballero introduce su anillo. Un sello de oro. La azafata inclina la cabeza y dice. -Bienvenido Alfredo, Rey de Australia, Señor de Oceanía.
A continuación le hablaremos sobre lo referente a los donantes disponibles.
La voz comienza a enumerar. -Grupos, -Profesores. -Deportistas. -Artistas. -Eminencias. -Emprendedores. Inmunes. Políticos. Luchadores. -Aventureros. -Seleccione una opción.
Los cuatro están en el cuarto. Paralizados.
El Rey Alfredo pulsa la opción Científicos. -Pedro. ¿Donde está esa comida?.
El Maestro viene con una bandeja de plata con la cena de los caballeros.
-¿Cual es el nombre de la científica?. Pregunta el Rey. -Isabel del Olmo. -La clave C 122. Responde el Maestro.
El caballero introduce los datos. Se abre un Cajón. En el que hay un pequeño joyero. Saca una cadena de plata, con un colgante como el que lleva Robert. Es una especie de pen drive.
Lo introduce en un pequeño hueco. La esfera le muestra un holograma de la persona elegida. Una voz comienza a contar todo sobre ella. desde su nacimiento hasta que fue capturada.
Alba comienza a sollozar. -Calla le dice Jan. -Nos van a descubrir.
Rebeca dice, -Rober vayámonos, -estoy asustada. -De acuerdo. Dice Robert.
Se dirigen a la puerta, por la que entraron. Robert tira muy despacio de la barra de apertura.
Cuando la puerta se abre, hace un pequeño ruido que alerta a los huéspedes.
-¿Que ha sido eso, padre?. Pregunta el más joven de los caballeros, mientras se levantan y se dirigen al cuarto.
Robert abre del todo la puerta y les dice. -Rápido, -salir. Cuando sus tres amigos están fuera, Robert, agarra el pico y de un golpe rompe la barra de apertura. Entonces sale y cierra la puerta.
De esta forma es imposible abrirla. Los caballeros la golpean. Gritan. -Pedro. -Avisa enseguida. -Están aquí.
Mientras los cuatro huyen entre los pasillos.
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