lunes, 13 de mayo de 2019

Capitulo XII EL HALLAZGO



 Una vez abierto el hueco en la pared. Uno a uno van entrando. Pasan a una habitación grande. No es la sala donde estaba Robert. 

 La nave era como un gran estadio de fútbol, aunque por fuera parecía más bien un gigantesco cofre pirata. 

 Es la estancia hay una salida. Una escalera caracol que les lleva a la planta de arriba. 

 Abren una puerta, y ven una especie de transbordo. Tenia varios pasillos que partían de una sala redonda. 

 Las paredes son de frio hormigón, sin ninguna señal que les oriente. Solo los típicos focos de luz de emergencia en el techo.

  Robert dice. -Vamos uno por cada pasillo, -no mas de cien pasos cada uno, si no hemos visto nada, -volveremos de nuevo aquí, -y buscaremos juntos alguna señal que nos lleve a la sala.

Cuando apenas llevaban cincuenta pasos, se escucha a Rebeca gritar. -¡Aquí!, -¡Pronto!.

 Los tres entonces se dirigen al pasillo donde esta Rebeca. Era una puerta de hierro con una placa plateada, en la que se podía leer Linea 6.

 -Aquí tiene que estar la sala, dice Rebeca.

 Pero la puerta es de la que se abren por dentro.

 Robert entonces utiliza el pico. Intenta clavarlo en la puerta y el pico sale rebotado. Estaba bien blindada. 

 Entonces comienza a hacer un agujero el la pared, en un lado de la puerta. 

 El hormigón dificulta la tarea, pues la pared es más dura de lo que parecía.

 Después de un buen rato picando, sólo había abierto un pequeño agujero. 

 Jan le dice, -yo te puedo ayudar, -aun así tardaremos mucho en abrir hueco para poder entrar.

Robert dice, -este hueco no es para entrar. 

 Entonces mete el brazo hasta dar con la barra de apertura. Con mucho esfuerzo logra empujar la barra y la puerta se abre.

  -Impresionante dice Rebeca. A lo que Jan añade, de Vallecas tenias que ser. Robert Sonríe, le pasa la mano por la espalda, y le dice, me parece que te estas soltando Jan, -eso esta bien. 

 Jan mira como no entendiendo nada.

  Una vez atravesado la puerta, se encuentran en lo que parece un cuarto donde se guardan sabanas y toallas. 
 
Todo estaba muy limpio y ordenado. Rober cogió  una toalla. La huele, -es jabón de Marsella, .no olvidaré jamas ese olor. 

 -Demasiado limpio esta todo, dice Robert. Rebeca de pronto dice sorprendida, habéis visto que todas llevan un nombre bordado, -que nombre pregunta Robert buscando la letras bordadas de la toalla. Linea 6, responde.

 Se hace un silencio. 

 -Demasiado lujo para este sitio, dice Robert. Entonces abre la puerta del cuarto, y -se quedan sorprendidos de lo que ven.

  Una gran salón. Una mezcla de suite y sala VIP de aeropuerto. En una mesa redonda se puede ver una especie de plano. Una maqueta digital de las líneas de los túneles de desplazamiento.

  La sala tiene todo tipo de comodidades. Sofás, administrador de bebidas y alimentos. Departamentos para dormir, servicios y duchas. 

 -Esto si que es un apeadero dice Jan.  Robert le responde. -Sin duda una estancia para viajeros exclusivos.

Esto es una maravilla comenta Alba, aquí hay todo lo necesario para descansar dice agotada, mientras se tira en uno de los sofás.

Jan responde, creo que tenemos que ver la forma de avisar, para que vengan a buscarnos.

Robert pregunta, ¿alguna vez has estado un una sala como esta?. -Jamas, responde Jan. 

 -Esta estación no es para viajeros como vosotros, le dice Robret, mientras se dirige hacia la esfera de encima de una de las mesas. 

  -Antes tenemos que ver si encontramos algo por aquí, -lo que sea que nos lleve a alguna conclusión. Dice Robert, mirando por todas partes.

  -Creo que lo mejor es que comamos algo y descansemos, luego veremos que es todo esto y para que sirve, dice Rebeca.

  En esta estación de primera clase había estancias individuales. Con una gran cama. Bañeras que más bien parecerían piscinas. 

 Cada uno tenia su cuarto. Robert se da cuenta de que encima del escritorio hay una pantalla. Se sienta y pone una mano sobre la mesa del escritorio, y se enciende la pantalla. 

 La mesa también empieza a iluminarse, es una pantalla táctil. En la que se pueden leer las instrucciones de uso. 

 La pantalla de encima de la mesa parecía no tener nada que la sujete, se mantenía elevada, como las esferas de los viajeros. 

 Esta se enciende y sale la imagen de una azafata, que con una sonrisa dice. -Bienvenido a la Linea 6 viajero, ¿desea algo?, pregunta la imagen.

 Robert sorprendido, dice nada solo estaba mirando. 

 La imagen le responde dando las opciones de uso. Entonces Robert, pulsa rápidamente el botón donde pone cerrar sesión. Todo se apaga.

 Se mira en el espejo, fijamente. muchas son las preguntas que se hace.

 Se pone las manos en la cara, intentando parar sus lagrimas. de su cabello cae arena mezclada con sus lagrimas.

 Entra en el cuarto de baño, se quita la ropa y se mete en la ducha, vacía un pequeño bote de jabón en su cabeza.

 En su cara se podía ver un gesto serio. Se dirige a la gran bañera. Se deja caer, se deja sumergir. 

 Desde el fondo puede ver una silueta que se acerca al borde. Es Rebeca. No dice nada, solo se desnuda y se mete en el agua.

 Robert se acerca y la abraza. Rebeca puede ver en su gesto tristeza. 

 -No estés apenado. Debiste perder mucho. -Yo estaré siempre a tu lado. 
-No quiero volver allí. -Contigo estoy segura.

 -Ya no temo a nada, le dice estrechándole fuerte entre sus brazos.   

 -Eres preciosa, dice Robert. Mirándose ambos. -¿Lo dices en serio?, le dice Rebeca. -Pero criatura, -eres un cielo de mujer. -y un bombón, -como no me vas a gustar.

 Rebeca le susurra. -Eres igual que Paul, pero el nunca me miró como tu lo haces. -Por cierto, añade Rebeca, ¿que cosa en un bombón?. 

 -Es algo muy rico, le dice Robert, acercando sus labios a los de Rebeca.

¿Es algo dulce?, pregunta Rebeca. 

 -Muy dulce, dice Robert, y ambos se sumergen en un beso apasionado.







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