Capitulo III LA GRAN SALA

Se adentran en la gran sala, de nuevo el silencio. Sólo se escuchan sus ligeros pasos, y algo más, como una pequeña gotera. 

 Los cuatro la buscan, viene de una fisura en el techo de la sala. La prueba Jan, es agua buena, pero muy poca. 

 Mientras se van turnando para saciar la sed, Paul encuentra la manera de subir hacia la fisura que gotea. 

 De un golpe separa una placa y el goteo se convierte en un gran chorro donde los cuatro alivian su sed. 

 Entonces una voz les interrumpe. -¡Hola!, ¿quien sois?, y ¿donde cojones  estoy?. 
 Era el joven que había sido despertado, y que había encontrado la forma de abrir su cápsula sin que está estallara.

Completamente desnudo les mira sorprendido. Los cuatro se ruborizan, tanto por el desnudo, como por su forma de hablar. 

 Los tacos eran conocidos, pero estaban eliminados de sus vocabularios. 

-Nosotros tampoco sabemos que es esto, veníamos de la estación Alaska y nuestra esfera sufrió una avería. 

 El joven, -no entiendo una mierda, y ¿tu quien eres?, ¿porque eres como yo pero rociado en polvos de talco?. Paul contesta, -yo tampoco lo entiendo. ¿y tu?, le pregunta ¿porque llevas pelos por todo el cuerpo?, pareces un animal, y ¿esos dibujos en los hombros?. -Son mis tatuajes, le responde mientras se dirige a su sarcófago, buscando algo. 

 Debajo hay un pequeño departamento con su nombre, Robert García. En el encuentra algo de ropa, comida envasada y cosas personales. 

 En un espejo se ve una cadena de plata con un colgante en forma de pequeño lingote. ¿que es?, -Robert, porque te llamas así, ¿verdad?, pregunta Rebeca, Robert mirado su cadena dice, -este colgante no me suena, pero me gusta. 

 Se coloca sus pantalones vaqueros, unos que llevan la etiqueta roja. Saca de una caja de cartón sus deportivas, y se pone una camiseta con la cara de Bruce Lee. 

 -Llevas la fotografía de un rasgado, dice Rebeca. -¿como un rasgado?, -acaso, ¿no sabes quién era Bruce Lee?, pregunta Robert indignado, Rebeca niega con la cabeza. 

 Los demás buscan en los departamentos de algunas cápsulas. -Un momento, grita Robert, -¿que hacéis?, ya habéis reventado a una persona. - Esa mujer no merecía terminar así, ella al igual que yo no pedimos estar aquí. 

 -Ha sido un accidente, -sólo queríamos ayudar, decía Alba, visiblemente afectada. -Pues la has ayudado bien, responde Robert, que les advierte, -debéis tener mucho cuidado. 

 -Abrir sólo los departamentos de debajo, y coger sólo algo de ropa. Aquí hace frío, lo imprescindible, -son sus cosas. 

 Mientras los cuatro van abriendo departamentos, y se van encontrado con muchas cosas desconocidas para ellos. 

 Cada objeto que iban sacando, les iba sorprendiendo más. Alba coge algo, y exclama, -¡toma ya!, mira -Rebeca, ¿sabes lo que es?. Rebeca con los ojos como platos contesta, -¿un pene XXL,? jajaja. 

 Las dos se parten de risa. Jan y Paul muy serios, se miran. Paul pregunta, -pero ese tamaño, ¿de que época es?. Robert sonriendo le dice, -de la mía poca picha, jajaja. Rebeca y Alba, se miran, se sonrojan, y se parten de risa. 

 Enseguida se ponen a buscar, se visten con lo que van encontrado. Robert, los mira sorprendido, iban vestidos de distintas décadas. 

 Jan lleva puesto unos pantalones de esos que van caídos, ensañando medio culo. 

 

 Rebeca lleva puesto un bonito traje con un gran escote de los años 20. Alba, lleva un traje muy raro, oro brillante, parecía la burbuja del anuncio de Champán, por lo visto era lo que se llevaba en el 2300. 

 Y Paul, bueno Paul encuentra un traje de Drag queen, con botas de cuero hasta las rodillas y grandes plataformas. -Quítate eso por favor, le dice Robert sin poder contener la risa. En una de las cajas encuentran una botella de wisqui. Robert dice, -lo que faltaba. 

 Todos preguntan, -¿que es esa botella?, Robert responde, -dejad eso, si algo terminó con este mundo, sin duda eso fue uno de los culpables. 
 Alba dice, -porque no quieres que lo probemos?, acaso ¿lo quieres sólo para ti?,  -porque aquí pone en una nota, 12 años de elixir de la felicidad. -Es wisqui, y su dueño un cachondo, les dice Robert. 

 -Hace mucho que dejé ese tipo de bebidas. -Cientos de años, creo, replica Paul, con su traje de Drag queen. -Muy gracioso, le dice Robert, adelante, prueba si quieres. 

 Los cuatro lo prueban, -arrggg, -esto sabe fatal. Al principio pensaban que Robert les había engañado, y que pretendía envenenar al grupo. Por lo que prácticamente le obligan a beber también, para que demuestre que no les ha mentido. 

 Entonces los cinco de repente se sumergen en un tremendo colocón. En un radio cassette, Robert pone una cinta. 

 Todos miran extrañados. Suena a toda caña una música, what a wonderful world de Ramones. Entre risas Robert les enseña a bailar. 

 Mas tarde los cinco acusando cansancio y borrachera caen, profundamente dormidos.